El día 23 de septiembre tiene lugar el equinoccio de otoño, inaugurando así la estación del mismo nombre que marca el fin del verano. El otoño pasa por los meses de octubre, noviembre y finaliza el día 21 de diciembre con la llegada del invierno. Esta época siempre está acompañada de lluvias, climas fríos, festividades y gripas. ¿Cómo podemos preparar nuestra salud y estilo de vida para este cambio? Te contamos más al respecto.
Recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable durante el otoño
- Cuídate durante los cambios de temperatura
La temporada de otoño siempre llega acompañada de bajas temperaturas, principalmente a tempranas horas y las últimas de la tarde. Procura siempre llevar contigo una prenda extra que pueda mantenerte en calor durante estos cambios. Otro consejo importante es llevar siempre un paraguas a la mano, pues las lluvias se vuelven un poco impredecibles.
- Refuerza tu sistema inmunológico
Es esencial que durante esta temporada, prioricemos nuestra resistencia inmunológica mediante el consumo de alimentos de temporada ricos en Vitamina C, como los cítricos, el pimiento rojo, y los vegetales verdes en general. La Vitamina D también es vital y podemos encontrarla en alimentos como las zanahorias, las batatas, el aguacate y el salmón. ¡Hay que anticiparnos a las gripes estacionales!
- Vigila tu sueño y mantente activo
Durante el otoño, lo mejor para nuestra salud es monitorear nuestro tiempo de descanso durante las noches y realizar actividad física durante las mañanas. No importa si hacemos ejercicio dentro o fuera de casa (procurando siempre llevar ropa que abrigue y transpire), lo importante es activar nuestro cuerpo y mente todos los días.
- ¡Si consumes bebidas con alcohol, hazlo sin exceso!
Si bien uno de los efectos del consumo de bebidas con alcohol es la vasodilatación, que genera a su vez una sensación de calor, no debemos utilizar la ingesta de bebidas como método para regular la temperatura. Si vamos a consumir unas copas, debemos seguir las mismas recomendaciones de siempre, hacerlo con moderación y sin excesos, y si estás en etapa de embarazo o lactancia, es mejor abstenerse por completo.