Cuando se habla de bebidas con alcohol existe la creencia popular de que el azúcar intensifica la embriaguez. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación? Aquí te contamos la verdad.
¿El azúcar emborracha?
El arte de la coctelería muchas veces integra el azúcar, o sabores dulces, en sus recetas, pues es una manera deliciosa y creativa de crear bebidas con alcohol utilizando una gran diversidad de ingredientes y sabores, que nos permiten degustar de nuestros licores favoritos de forma distinta y novedosa.
Sin embargo está muy extendido un mito que dice que las bebidas dulces hacen que “se te suba” más rápido el alcohol, y que es mejor consumir licores o cocteles no endulzados para no experimentar de forma tan abrupta el efecto de la embriaguez, pero este mito es completamente falso.
Lo que suele suceder es que, al consumir una bebida dulce, el sabor característico del etanol se enmascara, lo que puede llegar a derivar en un consumo más rápido de las bebidas o incluso a un mayor consumo. De esta forma, las personas al saborear una bebida saborizada beben más, y eso es lo que los lleva a experimentar los efectos más velozmente. No es que las bebidas dulces emborrachen más, sino que las personas las consumen con menos control.
¿Esto a qué se debe?
Para entenderlo de una forma más clara es necesario saber cómo se procesa el alcohol en nuestro cuerpo. De acuerdo con la Fundación de Investigaciones Sociales FISAC, al ingerir alcohol este llega a nuestra sangre pasa a ser conducido al hígado para transformarse a cargo de la enzima ADH, y convertir al etanol en un acetaldehído, que a su vez se convertirá en acetato por la acción de la enzima, y finalmente se desechará como dióxido de carbono y agua. Este es el proceso que debe seguir el etanol normalmente en el cuerpo, pero si bebemos a un ritmo alto y no permitimos al hígado transformarlo, ocasionaremos una acumulación de etanol o acetaldehído en la sangre, lo que eventualmente causará que nos emborrachemos.
Derribemos los mitos
Ahora lo sabes, no importa si una bebida es muy dulce o azucarada, alcohol es alcohol, y debe consumirse con responsabilidad. Por ello es importante servir nuestras copas utilizando la unidad de trago estándar, intercalar nuestro consumo con vasos de agua, acompañar con alimentos y no consumir en exceso.