Si cuando convivimos con amigos o familiares solemos consumir bebidas alcohólicas, es importante reconocer los beneficios de promover la responsabilidad y el respeto a aquellas personas que dicen: ¡No, gracias!
Si queremos ser creadores de buenos momentos, es mejor informarnos sobre la importancia de estos aspectos. A continuación te contamos más del porqué.
Consumo responsable
Un creador de convivialidad es aquella persona que comparte buenas experiencias y una cultura de responsabilidad al consumir bebidas alcohólicas. No importa si somos anfitriones o invitados, la convivialidad se trata de compartir, generar afecto y respetar las decisiones de las personas que nos acompañan en todo momento.
El consumo responsable conlleva también prevenir accidentes, cuidar nuestra salud y priorizar nuestra seguridad y la de todos. Un consumidor responsable comparte los siguientes fundamentos:
- O tomas o manejas: nunca se deben combinar alcohol y volante, puesto que al hacerlo se reducen las habilidades necesarias para la conducción, lo que puede derivar en accidentes. Por ello, es mejor abstenerse de beber si después tendremos que conducir.
- Control y moderación: debemos conocer la forma correcta en la que se deben servir nuestras bebidas, siempre con la medida del trago estándar. Además, el consumo de bebidas con alcohol siempre debe ir acompañado con alimentos e intercalándolos con vasos de agua. Nunca se deben beber más de una copa por hora, ni más de cuatro por ocasión si eres un hombre sano, o tres por ocasión si eres una mujer sana.
- No alcohol a menores de edad: sin importar la circunstancia, la tolerancia a compartir bebidas alcohólicas con menores de edad debe ser CERO.
Respeto al no bebedor
Así como existen personas que disfrutan compartiendo bebidas en momentos de convivialidad, habrá quienes prefieran ser parte del momento sin consumir. En estos casos, recordemos los principios más importantes para promover el respeto a la abstinencia:
- No hacer presión social, ni ceder a la misma: es mejor estar rodeado de personas que comprendan y respeten las decisiones personales. Sea cual sea el motivo por el cual se decide no beber, lo primordial es no cambiar de opinión aunque las personas insistan.
- No realizar comentarios negativos respecto a la decisión de no beber: llamar a alguien un “aguafiestas”, “aburrido” o “cobarde” cuando elige no consumir alcohol, solamente afectará los vínculos personales y probablemente ponga en peligro a la persona si bebe a la fuerza.
Recuerda que la decisión de beber o no beber depende sólo de ti. No arriesgues tu salud e integridad por “encajar”, es mejor que te mantengas firme en tu elección y te rodees de personas que sepan respetarla.
Desde el 2006 la Fundación Pernod Ricard comparte estos principios al público, con el objetivo de contribuir a la convivialidad, la erradicación del uso nocivo del alcohol y el respeto social a quienes eligen no beber.