En la región de América Latina, donde la diversidad cultural y la riqueza de los paisajes se entrelazan, se encuentra una variedad de productos que destacan por su autenticidad y calidad. Se les conoce como productos con Denominación de Origen y se caracterizan por ser elaborados en una región geográfica específica, siguiendo métodos de producción tradicionales y cumpliendo con requisitos establecidos. En este artículo, exploraremos cuatro de estas joyas líquidas, que nos transportarán a través de los sabores emblemáticos de América Latina.
Pisco: el espíritu del Perú
Proveniente de la región andina de Perú, el pisco es una bebida destilada que ha ganado renombre mundial y Denominación de Origen protegida. Este licor de uvas se elabora mediante un proceso meticuloso y artesanal. El clima único del valle de Ica y la destreza de los productores peruanos se combinan para crear un pisco de carácter inigualable. Cada sorbo nos conecta con las comunidades agrícolas locales, que cuidadosamente cultivan las uvas y realizan la producción siguiendo técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación.
Tequila: el elixir de México
En la soleada tierra mexicana, el tequila es el orgullo de una nación. Originario de la región de Jalisco, el tequila es una destilación del agave azul que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de la cultura mexicana. La Denominación de Origen protege su producción y las tradiciones que la conforman. Al centro de esta práctica cultural, encontramos a las comunidades agaveras, cuyos miembros se dedican a cultivar y cosechar el agave de manera sostenible.
Cachaça: el néctar de Brasil
En Brasil, la caña de azúcar está al centro de la producción de la cachaça, la bebida nacional. Elaborada a partir de la fermentación y destilación del jugo fresco que se extrae de esta planta, este aguardiente tiene un sabor distintivo y versátil. Miles de pequeños productores provenientes de todo Brasil se dedican al cultivo de la caña de azúcar, al cual aplican sus conocimientos y técnicas tradicionales.
Ron: el tesoro de Venezuela
En la tierra tropical de Venezuela, el sol, la lluvia y el viento favorecen excepcionalmente a las melazas de caña de azúcar, para que la concentración de sacarosa en el tallo de las cañas envejezca más rápidamente y se obtenga la emblemática bebida destilada. Para su elaboración, es importante destacar que es necesario dejar añejar el ron en barrica de roble blanco por mínimo dos años.
En cada sorbo, podemos degustar la historia y la calidad que hacen de estas bebidas auténticas joyas de Denominación de Origen en América Latina. Además, detrás de cada botella, se encuentra la pasión de las personas que la producen. En Pernod Ricard, reconocemos que el papel de estas comunidades va más allá de la producción de bebidas; representan la historia, la cultura y la identidad de sus regiones. Es por esta razón que establecimos el “valor de la Gente” como uno de los cuatro pilares que sostienen nuestro Modelo de Sostenibilidad, el cual reconoce el papel fundamental de las comunidades con las que trabajamos, y rige toda la labor que realizamos los 365 días del año.
Te recordamos que, si disfrutas de alguno de estos productos con Denominación de Origen, debes hacerlo responsablemente, regulando la velocidad y cantidad de ingesta, y preferiblemente acompañándolos con alimentos.