El “consumo explosivo” es una práctica que consiste en ingerir grandes cantidades de alcohol en poco tiempo, dentro de esta categoría caen los famosos “shots”, ‘fondos”, y otro tipo de formas de consumir. A pesar de que esta práctica está muy normalizada, principalmente entre los jóvenes, ¿sabemos qué tan riesgosa es para la salud?
De acuerdo con la Fundación de Investigaciones Sociales A.C., (FISAC), esta práctica puede llegar a ser dañina, y tiene múltiples consecuencias en el cuerpo humano, como pueden ser: irritación, úlceras, padecimientos crónicos y trastornos más severos. Además, puede acelerar el proceso normal de deterioro físico e incrementar la posibilidad de sufrir algún accidente al afectar nuestra coordinación motora y equilibrio.
Para evitar estar en riesgo por este tipo de consumo nocivo, compartimos cinco consejos que servirán de guía para que si decides consumir bebidas con contenido alcohólico, lo hagas de forma responsable.
Fomentar la asertividad
El consumo explosivo reduce el autocontrol, y en ocasiones se puede caer en él como consecuencia de la presión social. El primer paso para evitarlo es reconocer que de ninguna forma se debe presionar a alguien a beber. Debemos reforzar la toma de decisiones asertivas que nos permitan identificar riesgos, para evitarlos y disfrutar sanamente de unas copas.
Consumo pausado e intercalado con agua
Para evitar deshidratarnos al ingerir bebidas con alcohol, debemos siempre intercalar cada copa con vasos de agua y nunca consumir más de cuatro copas por ocasión en el caso de hombres sanos, y tres copas por ocasión en el caso de mujeres sanas. Beber despacio y no tener siempre la copa a la mano, ayudan a que el consumo sea moderado.
Siempre se debe llevar la cuenta de cuánto se bebe, dejar pasar al menos una hora entre cada copa, y no consumir más de un día seguido.
Uso del trago estándar
Debemos identificar la forma correcta en la que deben servirse nuestras bebidas. Una forma de lograrlo es mediante el uso del trago estándar, que es la medida que establece la cantidad de alcohol que debe llevar una bebida para estandarizar que una unidad de uno u otro tragos, tengan siempre la misma cantidad y puedan medirse de forma mucho más certera.
En México el trago estándar es de 13 gramos de etanol puro, el equivalente a 1.5 oz, por lo que una forma sencilla de medirlo es utilizando un jigger al preparar nuestras bebidas.
Acompañamiento con alimentos.
Si el estómago tiene alimentos, se retrasará la incorporación del etanol a la sangre. Por esta razón, siempre es importante acompañar cada bebida con botanas o alimentos de nuestra preferencia. Aunado a esto, la presencia de grasas en la comida puede alentar la absorción del etanol en el cuerpo.
Cero alcohol a menores de edad.
La asertividad en nuestras decisiones al beber alcohol incluyen la tolerancia cero a dar o facilitar alcohol a menores de edad. El consumo en menores de edad puede traer problemas relacionados con el desarrollo del sistema nervioso, además de incrementar las tendencias negativas en el comportamiento.
Por ningún motivo se deben inculcar este tipo de conductas en los menores de edad, por lo que es necesario fortalecer las prácticas responsables que promuevan la protección a este sector.